En un rincón de Campos, la vida a veces nos sorprende con momentos que tocan el alma. Hace unas semanas, un grupo de tres guardias civiles se convirtió en los héroes inesperados de Juana Julia, una vecina cuyo hogar estuvo a merced de las llamas. Fue el pasado 31 de mayo cuando todo ocurrió; un incendio comenzó a acercarse peligrosamente a su casa, y no había tiempo que perder.
Los agentes recibieron la alerta y, sin pensarlo dos veces, se lanzaron hacia el peligro. Al llegar, vieron cómo el fuego crecía alimentado por ráfagas de viento furiosas. Pero ellos no eran del tipo que se echa atrás ante una situación así. Con valentía, entraron en la casa y evacuaron a todos los residentes, incluyendo a un hombre mayor que necesitaba ayuda inmediata.
El coraje en medio del caos
A medida que las llamas amenazaban con devorarlo todo, los guardias civiles no se detuvieron. Con extintores prestados por vecinos, mangueras y cubos de agua improvisados, hicieron lo imposible por contener el fuego hasta que llegaran los bomberos. El riesgo era palpable; incluso hubo una explosión cercana que aumentó la tensión en el aire.
Días después del dramático episodio, los tres héroes regresaron al barrio para reunirse con Juana Julia. Ese encuentro fue más que un simple saludo; fue un abrazo cargado de emoción y recuerdos compartidos sobre aquel día aterrador. “Nunca olvidaré lo que hicieron por mí”, les dijo ella con lágrimas en los ojos mientras todos revivían juntos la historia de su salvación.