Mallorca, esa joya del Mediterráneo, está en alerta amarilla por unas temperaturas que podrían rozar los 40°C este fin de semana. ¿Quién lo diría? Con el sol ardiente y la playa llamando a gritos, muchos nos preguntamos cómo vamos a sobrellevar este calor infernal. Pero eso no es todo, porque Palma también enfrenta otro problema que nos afecta directamente: ¡los 7.000 colomos que invaden la ciudad! Esos bichos son un verdadero quebradero de cabeza. «No puedo ni estender la ropa fuera», se lamenta una vecina mientras intenta combatir el olor.
El sector turístico y sus quejas
A medida que suben las temperaturas, los hoteleros han alzado la voz contra el Pacte per la sostenibilitat. Se sienten atrapados en un ciclo de “diagnósticos interminables” que parecen no llevar a ninguna parte. Y mientras tanto, los turistas siguen llegando a raudales, dejando tras de sí un rastro de basura y ruido que no podemos ignorar.
No olvidemos mencionar el peculiar caso del empresario alemán dispuesto a pagar 10.000 euros a quien identifique al vandalismo que destroza sus carteles en Manacor. Parece una película mala, pero es la dura realidad en la isla.
En medio de todo esto, el Govern ha decidido salvar una empresa vinculada al padre del famoso tenista Rafel Nadal tras un lío con su nueva ubicación en Manacor. A veces parece que las decisiones políticas son como esos días calurosos: difíciles de soportar y siempre llenas de sorpresas inesperadas.