En el marco del BBVA Open Internacional de Valencia, surge una iniciativa que promete dar voz a un tema demasiado silenciado en el deporte: la alopecia. The Bald Tennis Ball, o como algunos ya la llaman, la pelota calva, busca poner sobre la mesa una realidad que afecta no solo a las mujeres, sino también a los hombres, y que tiene un impacto directo en su salud mental y rendimiento deportivo.
Una campaña con corazón
La extenista y medallista olímpica Anabel Medina se ha unido al dermatólogo José María Ricart para lanzar esta campaña sin precedentes en el tenis femenino. La imagen es tan sencilla como poderosa: una pelota de tenis con una zona calva que habla por sí sola. Según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), 1 de cada 3 mujeres sufrirá algún tipo de alopecia a lo largo de su vida. En el mundo del alto rendimiento, esto puede ser aún más devastador debido al estrés físico y otros factores.
A través de un experimento con jugadoras de la WTA, se les ofreció un bote con tres pelotas: dos normales y una calva. La reacción fue sorprendente; mientras algunas sonreían, otras se sentían incómodas. Pero todas coincidieron en algo: ‘No la usaría’. Esa sensación extraña refleja lo que muchas personas sienten día a día debido a la alopecia; es como estar fuera de lugar en tu propia piel.
Anabel Medina subrayó lo crucial que es cuidar nuestra salud mental en el deporte: «Si te sientes insegura, eso afecta tu juego». Y es verdad; tener confianza es fundamental para concentrarse al máximo durante un partido.
No solo se trata de visibilizar; cada jugadora recibió una consulta gratuita con expertos en salud capilar deportiva para tratar este problema desde sus raíces. Porque prevenir y tratar realmente cambia las cosas.
Este asunto no es nuevo para los grandes del tenis. André Agassi confesó abiertamente que su mayor inseguridad era perder su cabello antes incluso de entrar a pista. Incluso Rafa Nadal ha lidiado recientemente con comentarios sobre su pérdida capilar. Sin embargo, este silencio sobre las mujeres persiste, como cuando Svetlana Kuznetsova decidió cortarse el pelo en pleno partido, sin que muchos supieran lo que realmente había detrás.
The Bald Tennis Ball no es solo un símbolo; representa un cambio necesario en cómo hablamos sobre la salud capilar en los deportes. Es hora de entender que cuidar nuestro cabello va más allá de lo estético; debe ser parte integral del bienestar físico y mental.
Esta iniciativa se suma al compromiso continuo del IMR por mejorar nuestra salud dermatológica mediante estudios anuales como SkinData, donde más del 60% reconoce que los problemas capilares afectan su autoestima.