Las 24 Horas de Le Mans están a la vuelta de la esquina y todos nos preguntamos: ¿será capaz el BOP de la FIA de frenar el dominio aplastante de Ferrari? En un día marcado por las verificaciones oficiales, los coches han comenzado a rodar y, sorprendentemente, el Toyota #8 ha logrado hacerse un hueco en lo más alto de la tabla. Pero antes de que se apague la luz verde, hay algo crucial que discutir.
El BOP: ¿igualador o desventaja?
Hablemos del BOP (Balance of Performance), esa herramienta que pretende nivelar las fuerzas entre los prototipos Hypercar. Este año, el BOP tiene unos ajustes específicos para Le Mans, y ya hemos visto cómo afecta a los equipos. La FIA modifica aspectos clave como el peso mínimo y la potencia máxima. Sin embargo, parece que estos cambios pueden no beneficiar a Ferrari.
No es sorpresa que tras su victoria en las últimas ediciones y su dominio en las tres carreras previas del Mundial de Resistencia, Ferrari se vea ahora entre los más perjudicados por estas modificaciones. Aunque les han rebajado un kilo en el peso mínimo del 499P y aumentado su potencia a 515 kW (700 CV), también han sufrido una reducción del 2,9% en potencia máxima al superar los 250 km/h, algo habitual en Le Mans. Además, tendrán la segunda menor energía disponible por relevo.
Parece claro que mientras Toyota ha conseguido reducir peso y aumentar caballos respecto al año pasado, otros competidores como Porsche también han encontrado su camino hacia una mejor preparación. Peugeot ha sido ‘agraciado’ con una reducción significativa pero también ha perdido algo de potencia alta.
A medida que nos acercamos a esta emocionante carrera, solo queda esperar para ver si el BOP será suficiente para equilibrar realmente la balanza o si Ferrari seguirá arrasando como hasta ahora. Lo único seguro es que este año va a haber muchas sorpresas en Le Mans.