Este domingo, el mediodía en Palma se tornó oscuro tras la grave lesión de un joven alemán de tan solo 21 años. Mientras realizaba tareas de limpieza en la lavandería de un yate, un descuido fatal le llevó a electrocutarse, dejándolo en estado crítico. Inmediatamente entró en parada cardiorrespiratoria, lo que desató una cadena de acontecimientos frenéticos.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 12:20 horas, cuando la Autoridad Portuaria de Balears (APB) alertó a la Guardia Civil sobre este accidente laboral. En cuestión de minutos, una patrulla junto con agentes de Policía Portuaria y Nacional llegaron al amarre AN-1B, encontrando tres ambulancias preparadas para actuar.
Un momento angustiante para todos
Aquellos primeros momentos fueron tensos; los efectivos de seguridad comenzaron a hablar con el personal sanitario que había llegado al rescate. Conocieron que habían realizado maniobras vitales a la víctima, quien logró recuperar algo de consciencia. Sin embargo, el pánico cundió entre los compañeros del joven, quienes estaban almorzando tranquilos cuando escucharon gritos desgarradores provenientes del comedor inferior.
Al entrar corriendo a la lavandería, encontraron al joven tendido en el suelo y actuaron con rapidez. No perdieron tiempo e iniciaron las maniobras necesarias para reanimarlo antes de llevarlo al comedor del barco donde finalmente llamaron al 112. La angustia y desesperación eran palpables; una situación que nadie debería vivir.