En un giro sorprendente de los acontecimientos, Israel ha logrado establecer un nuevo récord en exportaciones militares, alcanzando nada menos que 14.795 millones de dólares (alrededor de 13.000 millones de euros) en 2024. Este impresionante dato no solo subraya la fortaleza del sector defensa israelí, sino que también posiciona a Europa como su principal cliente, acaparando el 54% del total vendido.
El Ministerio de Defensa israelí no puede evitar sentirse satisfecho al comunicar que este es el cuarto récord consecutivo y que las cifras han crecido un asombroso 13% en comparación con el año anterior. Es una realidad notable: las exportaciones han más que duplicado su volumen en los últimos cinco años. ¿Y qué pasa con los efectos políticos? Aparentemente, poco o nada; la guerra desatada por Hamás en octubre de 2023 no parece haber afectado a este próspero mercado militar.
Aumento significativo en contratos y productos vendidos
De hecho, se estima que alrededor del 57% de estos contratos son verdaderos ‘megacontratos’, cada uno superior a los 100 millones de dólares. En cuanto a lo que realmente se está vendiendo, los misiles, cohetes y sistemas de defensa aérea dominan el panorama con un impactante 48%. Y si nos fijamos en la tecnología espacial, ¡vaya sorpresa! Ha pasado del 2% al 8% en un abrir y cerrar de ojos.
Evidentemente, Europa ha dado un salto considerable: pasó del 35% al 54% en solo un año. Le sigue Asia-Pacífico con un lejano 23%, y aquellos países que han firmado los ‘Acuerdos de Abraham’, sumando apenas el 12%. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, no pudo ocultar su orgullo al declarar que este “difícil y complejo año” haya terminado siendo tan fructífero para el país. Según él, esto es simplemente resultado directo de sus “éxitos” en múltiples frentes donde hay conflictos activos.
Katz concluye afirmando que “el mundo ha visto la fuerza de Israel y busca ser su aliado”, mientras asegura estar comprometido a fortalecer aún más esta industria defensiva para mantener una clara ventaja ante cualquier amenaza.
A medida que observamos estas cifras exorbitantes y las declaraciones contundentes desde Jerusalén, surgen preguntas sobre lo que significa todo esto para nosotros como comunidad global.