Perder a una mascota es una de esas experiencias desgarradoras que nadie quiere vivir. Pero para Amber, una perra mestiza de retriever, ni la distancia ni los obstáculos pudieron frenar su ansía por regresar a su hogar. Rescatada de las calles de Catar y llevada a Bramshaw, en Reino Unido, Amber se encontró con su nueva familia de acogida. Sin embargo, tras solo una noche con ellos, decidió emprender un viaje increíble.
Una búsqueda incansable
El 25 de abril marcó el inicio de un calvario para la pobre perra. Tras salir a dar un paseo, desapareció sin dejar rastro. Durante 36 días recorrió el suroeste del Reino Unido, atravesando bosques y perdiéndose aún más lejos de sus dueños. Caminó y caminó hasta llegar a Sandbanks, donde no tuvo otra opción que nadar durante una milla en el puerto hacia la isla de Brownsea.
Allí, un hombre local le ofrecía comida creyendo que era un perro callejero. Pero Amber no se dio por vencida; al cuarto día intentó regresar nadando y fue entonces cuando un ferry la avistó en pleno mar. Al principio pensaron que era una foca, pero pronto se dieron cuenta del verdadero héroe en apuros que tenían ante ellos.
Ethan Grant, miembro de la tripulación del ferry, compartió su sorpresa con The Guardian: «Me di cuenta de que era un perro y pensé: ‘¿Qué hace ahí fuera?’. Se notaba que luchaba por volver a casa». Así fue como esta valiente perra logró recorrer nada menos que 160 kilómetros entre caminar y nadar antes de ser rescatada.
A pesar del estado deplorable en el que regresó —perdió mucho peso y estaba asustada— lo más importante es que ya está bien. Kelly Parker, responsable de la ONG que se hizo cargo de ella, admitió lo complicado que ha sido cuidar a Amber: «Ha sido frustrante; siempre parecíamos estar detrás de ella. Nunca querría pasar por esto otra vez, pero al menos tiene un final feliz».
Aunque no saben cómo logró escapar (la dueña había instalado una valla), ahora están buscando formas para hacerla sentir más cómoda en este nuevo capítulo de su vida.
Para colmo, la mujer amiga del hombre en Brownsea ya ha expresado interés en adoptarla. El futuro parece incierto pero esperanzador para nuestra protagonista peluda.