El pasado domingo, Polonia se despertó con una noticia que ha sacudido no solo su suelo, sino también el panorama político europeo. La victoria de Karol Nawrocki, el candidato ultraconservador del partido Ley y Justicia (PiS), ha encendido las celebraciones entre los líderes de la ultraderecha europea. ¿Y qué celebran? Pues este triunfo lo ven como un respaldo contundente a esos discursos que reclaman la soberanía nacional, desafiando así a una Unión Europea que muchos critican por su burocracia.
Un coro de felicitaciones desde la ultraderecha
Desde Italia, Giorgia Meloni, primera ministra y líder de los Hermanos de Italia, no tardó en enviar sus mejores deseos a Nawrocki, subrayando la “amistad histórica” entre ambos países. Pero no fue la única voz; Matteo Salvini también aplaudió el resultado electoral aludiendo al “voto libre y democrático” del pueblo polaco que ha hecho frente a lo que él llama los burócratas de Bruselas y aquellos medios que tacharon a Nawrocki de extremista.
Y mientras tanto, en Hungría, Viktor Orbán no pudo contener su emoción al calificar esta “fantástica victoria”. Usando su cuenta en X para compartir su alegría, abogó por estrechar aún más los lazos con Polonia dentro del grupo de Visegrado. Desde Francia, Marine Le Pen se sumó al festín verbal denunciando las políticas autoritarias impuestas desde Bruselas.
Pero no todo son aplausos; Emmanuel Macron optó por una postura más cautelosa. Hizo hincapié en la importancia de mantener relaciones sólidas con Polonia para construir juntos una Europa fuerte y respetuosa del Estado de derecho.
No podemos olvidar tampoco al neerlandés Geert Wilders quien celebró el ascenso de un “presidente patriótico”, enfatizando las palabras del propio Nawrocki sobre priorizar los intereses polacos frente a influencias externas. Y aquí en casa, Santiago Abascal desde Vox también se apuntó a las felicitaciones hacia el presidente electo, asegurando que esta victoria es un golpe contra lo que él considera una coalición popular-socialista encabezada por figuras como Ursula von der Leyen y Pedro Sánchez.