El Sevilla FC, tras un año lleno de altibajos y decepciones, logró cerrar su temporada con un triunfo en Casablanca. Un gol de Peque decidió el amistoso contra el Wydad AC, que sirvió también como homenaje a Yassine Bono, el querido exportero del club. El ambiente en el estadio Mohammed V era espectacular; los aficionados vibraban al recordar sus hazañas con la camiseta nervionense.
Un final agridulce
Después de tantas emociones y frustraciones, la plantilla del Sevilla, a excepción de los internacionales, se tomó finalmente unas merecidas vacaciones. Este último partido no solo fue una oportunidad para afianzar la relación con Marruecos, donde el sevillismo ha crecido enormemente en los últimos años, sino que además aportó unos 200.000 euros a las arcas del club, que tanto lo necesita.
Para el Wydad AC, este amistoso forma parte de su preparación para el próximo Mundialito de Clubes. Ellos tienen mucho en juego: debutarán contra el Manchester City y luego se enfrentarán a equipos como la Juventus y Al-Ain. Por su parte, en lo que respecta al partido del Sevilla, la primera mitad fue intensa pero sin goles. Algunos canteranos destacaron mientras Badé e Isaac volvían tras sus sanciones.
Poco después del descanso, Peque aprovechó un error del portero marroquí y anotó el único tanto del encuentro. A partir de ahí, aunque los locales intentaron presionar más, poco ocurrió hasta el pitido final. Con esta victoria llega también un momento para reflexionar sobre lo que está por venir: ¿quién ocupará el banquillo la próxima temporada? ¿Qué pasará con Víctor Orta? Las decisiones están aún por tomar.