El eco del empate a cero en Vallecas resuena en nuestras mentes, y con él comienza un nuevo capítulo que no está marcado por despedidas emotivas como las de Modric o Ancelotti. No, aquí hablamos de nombres que van y vienen en el Mallorca, un juego de entradas y salidas que promete más sorpresas de las que nos gustaría. Tras una temporada que se presentaba con tantas esperanzas, la realidad es que hemos terminado con un sabor bastante amargo.
Un final decepcionante
¿Qué decir de los cedidos Valery y Chiquinho? La verdad es que sus aportaciones han pasado sin pena ni gloria. Con ellos solo podemos decirles adiós sin mirar atrás. Y no son los únicos; Leo Román, Copete y Larin también parecen tener ganas de cambiar de aires. ¿Qué más nos traerá la actualidad? Eso está por verse.
De la última rueda de prensa me quedo con esa frase sobre la mochila llena de deberes que soltó Arrasate. Y es que el técnico vasco ha tenido su primer año al frente del equipo, logrando 48 puntos, dos menos que Aguirre en su primera campaña completa. Hay quien dice que los números son solo anécdotas; pero nosotros sabemos bien cuánto pesan cuando se trata del corazón mallorquinista.
La primera vuelta fue pura ilusión, pero la segunda… bueno, digamos que nos dejó mucho qué desear. Los 30 puntos iniciales parecían abrirnos las puertas a grandes sueños; sin embargo, esos 18 en la segunda mitad nos obligan a aferrarnos al recuerdo de aquellos primeros partidos como si fueran oro puro. Para quienes valoran la cantera, cinco mallorquines se alinearon en Vallecas; ahora queda preguntarse si esto es realmente una esperanza o simplemente un parche temporal.