Imagina que, en un instante, una simple foto tuya podría revelar detalles sobre tu salud y el tiempo que te queda por vivir. Parece sacado de una película, pero investigadores del hospital Mass General Brigham en Boston han desarrollado FaceAge, una inteligencia artificial capaz de analizar un ‘selfie’ y calcular tu edad biológica. Este innovador sistema ha sido presentado en la revista The Lancet Digital Health y promete revolucionar nuestra manera de entender el envejecimiento.
A diferencia de lo que marcan los calendarios, esta herramienta se enfoca en el verdadero estado de nuestros tejidos y células. Para llegar a esta conclusión, los científicos examinaron las imágenes de casi 59.000 personas sanas mayores de 60 años. Pero eso no es todo; también lo probaron con 6.200 pacientes oncológicos, comparando sus datos con otros 533 sin la enfermedad. Y aquí viene lo impactante: los resultados mostraron que aquellos con cáncer parecían tener cinco años más en su rostro que su edad cronológica real.
Un vistazo a nuestro futuro
Los investigadores no se detuvieron ahí. Con la ayuda de ocho médicos, llevaron a cabo un estudio sobre la probabilidad de supervivencia de pacientes con cáncer terminal utilizando tres métodos distintos: solo con la fotografía, combinando la foto con información clínica y usando FaceAge. Los aciertos fueron sorprendentes: mientras que el primer método tuvo una tasa del 61%, al incluir información clínica se elevó al 74%. Sin embargo, fue con FaceAge donde alcanzaron un impresionante 80% de aciertos.
“Podríamos usar esta tecnología como un sistema de detección precoz en múltiples enfermedades relacionadas con el envejecimiento”, compartió uno de los creadores del sistema, dejando entrever su potencial revolucionario. Pero aquí llega el matiz importante: aún hay camino por recorrer antes de ver esto en clínicas. Sus desarrolladores destacan la necesidad urgente de crear un marco regulatorio para su uso.
Aunque hoy no está disponible para uso clínico, esta herramienta podría ser clave para descubrir nuevos biomarcadores a partir de fotos comunes y entender mejor cómo envejecemos. Pero cuidado: las imágenes utilizadas provienen mayormente de plataformas como Wikipedia o IMDB, lo cual plantea dudas sobre si realmente representan adecuadamente a toda la población.