Este domingo, Minneapolis se prepara para una vigilia muy especial, una que marca el quinto aniversario de la trágica muerte de George Floyd. La ciudad no olvida ese fatídico 25 de mayo de 2020, cuando un agente de policía, Derek Chauvin, lo asfixió durante nueve largos minutos. Aquel incidente no solo le costó la vida a Floyd, sino que también encendió una llama de protestas en todo el país contra la brutalidad policial y por los derechos civiles de la comunidad negra.
Pero hoy, mientras recordamos a George, hay un aire de resignación flotando en el ambiente. La Casa Blanca ha decidido dar marcha atrás en los acuerdos de reforma policial que fueron acordados durante la era Biden. Esta semana hemos visto cómo se cancelan compromisos vitales para mejorar las prácticas policiales en Minneapolis, un paso hacia atrás que deja un sabor amargo en nuestros corazones.
Un legado sin cumplir
A pesar del dolor y las promesas hechas tras su muerte —como el fin de esa dañina ‘inmunidad cualificada’ que protege a los agentes— nada parece haber cambiado realmente. Las palabras resonaron con fuerza entonces: “I can’t breathe”, un grito desesperado que se convirtió en lema para millones. Sin embargo, las reformas necesarias parecen ser solo palabras vacías ahora.
Derek Chauvin fue condenado a 22 años y medio por sus acciones atroces. Sin embargo, el eco del cambio prometido se ha perdido entre discursos políticos y decisiones desafortunadas como las recientes del gobierno Trump. Mientras Trump condenaba las protestas por violencia, muchos nos preguntamos si realmente estaba comprometido con hacer justicia por Floyd y su familia.
Michelle Gross, presidenta de Comunidades Unidas Contra la Brutalidad Policial, lo ha expresado claramente: “Entendemos que el cambio lleva tiempo”, dice ella con frustración palpable. Pero ¿cómo puede uno sentir progreso cuando lo único que vemos son retrocesos? En este día tan significativo, es crucial recordar no solo a George Floyd como víctima, sino también como símbolo de una lucha aún vigente.
Las celebraciones comenzaron ya el viernes con conciertos en la plaza homenaje a Floyd y culminarán hoy con una misa solemne y esta vigilia conmovedora. En Houston también habrá momentos especiales donde su familia se reunirá ante su tumba para rendir homenaje al hombre que despertó conciencias y luchas. En este punto estamos todos nosotros: buscando justicia y anhelando cambios reales.