HAMBURGO, 25 de mayo. La situación se tornó oscura en la estación central de trenes de Hamburgo el pasado viernes, cuando una mujer de 39 años, nacionalidad alemana, fue detenida tras apuñalar al azar a varias personas. Con un saldo alarmante de 18 heridos, la sospechosa no dudó en admitir su autoría ante un juez, según han confirmado fuentes judiciales.
Las circunstancias del ataque son desgarradoras. La mujer está acusada de 15 casos de intento de homicidio involuntario, y ahora se encuentra a la espera de ser ingresada en una institución psiquiátrica. La policía ha subrayado que las heridas provocadas por el arma blanca fueron graves; entre los afectados hay tres mujeres, de 24, 52 y 85 años, así como un hombre de 24. Todos ellos fueron trasladados al hospital y afortunadamente están estables.
¿Qué motivó este horror?
A medida que emergen detalles sobre el caso, la policía insiste en que no hubo motivaciones políticas detrás del ataque. De hecho, se están acumulando evidencias que sugieren que la sospechosa padece una enfermedad mental. Esto abre un debate crucial sobre cómo tratamos estos problemas en nuestra sociedad.
Siete personas más resultaron gravemente heridas y otras siete sufrieron lesiones leves durante el caos generado por este acto inesperado. Sin duda, es un recordatorio brutal sobre cómo puede cambiar todo en cuestión de segundos.