La historia comenzó el 20 de mayo, cuando un incendio estalló en una vivienda de Palma, desatando las alarmas. Nadie estaba dentro, pero lo que los bomberos encontraron al apagar las llamas fue sorprendente: una plantación clandestina de marihuana. La Policía Nacional no tardó en llegar al lugar y se llevó consigo 67 plantas que estaban listas para la cosecha.
Un joven bajo la mira
Detrás de esta inusual producción se encontraba un español de apenas 20 años. Este joven ha sido arrestado por un delito de tráfico de drogas y también por defraudar el fluido eléctrico. Y es que, al investigar más a fondo, los agentes descubrieron que había conectado su cultivo a la luz pública. ¡Vaya forma de hacer negocio!
En una habitación cerrada a cal y canto con un candado, hallaron no solo las plantas, sino también todo un arsenal de herramientas para cultivar: lámparas potentes, ventiladores y hasta aire acondicionado. El chico había montado toda una operación casi profesional en medio del barrio sin que nadie se diera cuenta.
Las plantas estaban en un estado avanzado y no quedaba mucho para que estuvieran listas para ser recogidas. Pero con este descubrimiento, ¿quién iba a pensar que las llamas llevarían a desenmascarar todo este tinglado? Es impresionante cómo situaciones inesperadas pueden poner al descubierto realidades ocultas en nuestra comunidad.