En medio de un clima tenso, donde la incertidumbre parece ser la única constante, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha dejado claro que albergar conversaciones directas en el Vaticano con Ucrania es algo que él califica de «poco realista«. En una conferencia celebrada en Moscú, Lavrov desestimó la posibilidad de que se repitan los encuentros recientes llevados a cabo en Turquía. Y aunque Moscú no cierra la puerta a futuras reuniones, parece que el Vaticano no está en su lista.
Tensiones y excusas tras la guerra
A pesar de las especulaciones sobre posibles sedes para un diálogo más cercano entre las partes enfrentadas, Lavrov instó a no «malgastar la capacidad mental» pensando en una plataforma católica como mediadora. Para él, sería complicado abordar temas tan sensibles como las raíces del conflicto bajo un techo religioso. En sus propias palabras: «Una de las causas de esta guerra es el intento de destruir la Iglesia Ortodoxa ucraniana», justificando así su postura bélica desde Moscú.
No obstante, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, también dejó caer que aún no hay decisiones definitivas ni sobre fechas ni sobre lugares. La falta de consenso entre todos los actores involucrados se siente palpable y es evidente que cada día trae nuevas tensiones. Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha expresado su disposición a reunirse en el Vaticano; incluso Estados Unidos se ha mostrado interesado por esta opción. Por su parte, el nuevo Papa León XIV está listo para asumir el papel de mediador.
Aún hay mucha distancia entre ambas partes y los acuerdos parecen más bien lejanos. A pesar del pacto inicial para intercambiar prisioneros, las posturas siguen siendo firmes y llenas de desencuentros. Rusia continúa cuestionando la legitimidad de Zelenski al apuntar a la falta de elecciones en Ucrania durante este periodo tan complejo marcado por la ley marcial.
A medida que avanzan los días y las conversaciones quedan suspendidas en un limbo incierto, Lavrov también advierte que cualquier firma final dependerá del grado de aceptación hacia Zelenski y su gobierno. Así seguimos esperando noticias sobre lo que pueda suceder mientras ambos lados intentan encontrar un terreno común para avanzar.