En medio de una tensión que parece no tener fin, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha decidido salir al paso de lo sucedido en Cisjordania. En un video que compartió su oficina este jueves, Netanyahu afirmó que «en la guerra ocurren accidentes». ¿Qué fue lo que pasó? Apenas unas horas antes, las fuerzas israelíes dispararon contra una delegación de diplomáticos internacionales en la ciudad de Yenín.
Una justificación polémica
Netanyahu no se detuvo ahí; explicó que Israel se encuentra inmerso en una «intensa guerra de siete frentes», donde supuestamente Irán y sus aliados son los culpables. En medio de este contexto bélico, intentó restarle importancia al incidente, destacando que afortunadamente nadie salió herido. Pero, ¿es eso suficiente para calmar la indignación?
A pesar del lamento del Ejército israelí por lo ocurrido, el primer ministro fue claro: «no atacamos a civiles ni diplomáticos», sino «a terroristas». Esta afirmación resuena con fuerza ante las críticas del mundo entero. Se desmarca así del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), acusándolo de usar a los civiles como escudos humanos y perpetrar crímenes de guerra.
La reacción no se hizo esperar. La Autoridad Palestina exigió una respuesta contundente tras el ataque a su delegación y varios países, como España, Italia y Francia, decidieron convocar a sus embajadores para mostrar su desacuerdo con lo sucedido. Mientras tanto, el Ejército israelí justificó los disparos como «de advertencia», alegando que los diplomáticos habían entrado en una zona restringida.
Así estamos: entre declaraciones y reproches mutuos mientras la situación sigue escalando. Y nosotros nos preguntamos… ¿Hasta cuándo?