Este jueves, en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, el Sevilla se preparaba para su último partido oficial de la temporada. Sin embargo, las cosas no pintan nada bien: con Lokonga y Sow fuera de combate, y Saúl Ñíguez sumándose a la lista de bajas por una tendinitis que lo ha mantenido alejado del grupo, la situación es crítica. La afición se pregunta cómo afrontará Joaquín Caparrós este desafío.
Las complicaciones aumentan
Con solo dos efectivos disponibles en el medio campo, Lucien Agoumé y Nemanja Gudelj, Caparrós no tiene más remedio que tirar de la cantera para completar los entrenamientos. Así, jóvenes como Iker Muñoz y Mateo Mejía han tenido que asumir un papel protagónico en esta etapa final de la liga. La esperanza está puesta en ellos; tras todo, ¿quién mejor que los canteranos para darlo todo por el escudo?
Pero no todo son malas noticias. Mientras Loïc Badé ha sido convocado para representar a Francia en la final four de la Liga de Naciones, Lucien Agoumé también ha recibido buenas nuevas al ser preconvocado para jugar la Eurocopa sub-21 con su selección. Sin embargo, no podemos olvidar el escándalo que envuelve a Kike Salas: nuevos mensajes sobre apuestas ilegales han salido a la luz, aunque él sigue entrenando como si nada pasara.
El Sevilla tiene dos sesiones más antes de partir hacia Castellón este sábado por la noche. Mañana será crucial; Caparrós comparecerá ante los medios y habrá que ver qué estrategias plantea ante tanta adversidad. La afición espera ansiosa saber cómo abordarán este último reto del curso.