En un mundo donde la risa se convierte en el refugio de muchos, Eva Hache, humorista y maestra de ceremonias del aclamado espectáculo Mentes peligrosas, ha alzado la voz para comentar sobre la situación política actual. «Los políticos se han metido en el terreno de los bufones», afirma con una mezcla de ironía y desasosiego. Este sábado, 24 de mayo, subirá al escenario del Auditorium de Palma junto a otros grandes como Ana Morgade y Leo Harlem, y no podemos esperar para ver lo que tienen preparado.
Una vuelta a los monólogos con sabor a actualidad
Después de un año y medio girando por toda España, Eva ha dejado atrás la obra Nunca he estado en Dublín para volver a su pasión: los monólogos. «Es como hablar dos idiomas; saltar del teatro al stand-up es algo natural para mí», explica. Y añade que el nuevo papel de madre con hijos adultos le ofreció un reto interesante que decidió asumir.
Aunque reconoce que se siente cómoda en varios formatos, Eva sabe que el stand-up es donde realmente brilla. «La magia está en conectar con el público hablando de situaciones cotidianas que todos vivimos», nos dice. Y parece que su fórmula funciona; las entradas están volando y todo apunta a una noche llena de risas.
Sobre si nos reímos siempre de lo mismo, ella tiene claro que no hay límites: «Hay gustos para todos, pero la risa es necesaria». Con respecto a la guerra entre géneros, opina que puede seguir siendo relevante si se presenta con frescura. Sin embargo, no oculta su preocupación por lo pesado del tema: «Siempre hay nuevas historias por contar, pero encontrar lo original puede ser complicado».
Al abordar el tema político y social actual, Eva reflexiona sobre cómo los cómicos jugamos un papel fundamental ante el miedo que generan los extremismos. «La risa ahuyenta el miedo», comenta mientras deja claro que estos tiempos son perfectos para reírse incluso de uno mismo.
Por último, comparte sus pensamientos sobre la escasa presencia femenina en programas destacados: «Hemos tardado mucho en ver mujeres al frente de late-shows. A pesar del progreso visible, aún queda camino por recorrer».