El sur de Líbano se tiñó nuevamente de tragedia este lunes, cuando un dron del Ejército israelí acabó con la vida de una persona a las afueras de Hula. A pesar del alto el fuego que se acordó en noviembre de 2024, la escalada de violencia no cesa y ya estamos acostumbrados a escuchar estas noticias desgarradoras.
Según el Centro de Operaciones de Emergencias de Salud Pública, vinculado al Ministerio de Sanidad libanés, el ataque tuvo lugar en el distrito de Marjeyún. En un breve comunicado que recogió la agencia NNA, informaron que este lamentable suceso ha dejado una víctima mortal. Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) confirmaron más tarde que el objetivo era un miembro del cuerpo élite Hezbolá, conocido como Fuerza Radwan. Sin embargo, hasta ahora, la organización chií no se ha pronunciado sobre lo ocurrido.
La crítica internacional y local crece
Pero eso no es todo; horas antes, otro ataque con drones había herido a dos personas en Sarbin. Esta situación deja claro que Israel justifica sus acciones alegando que busca frenar las actividades del partido-milicia chií Hezbolá y asegura que no está violando ningún acuerdo. Pero tanto Beirut como los propios miembros de Hezbolá están levantando la voz en contra, mientras Naciones Unidas también condena estas ofensivas.
Recordemos que el pacto alcanzado tras meses de combates desde los ataques del 7 de octubre pasado estipulaba la retirada mutua de fuerzas en el sur libanés. Sin embargo, Israel sigue manteniendo varios puestos en territorio vecino, algo que no solo genera críticas desde Líbano sino también desconfianza entre los ciudadanos.