Este domingo, sobre las 19:00 horas, la tranquilidad del carrer Mal Pas en Felanitx se vio interrumpida por un estruendo inesperado. Un balcón de una vivienda destinada a trabajadores de un hotel cercano se vino abajo, generando una oleada de alarma entre los vecinos y transeúntes. A pesar de lo aparatoso del incidente, afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
Una respuesta rápida ante la emergencia
Los equipos de emergencias no tardaron en llegar al lugar. Bomberos locales y de Manacor, junto con agentes de la Policía Local y miembros de la Guardia Civil, se movilizaron rápidamente para hacerse cargo de la situación. Su misión era clara: asegurar el área y proteger a los trabajadores que residen allí. En medio del caos, el estado del balcón fue apuntado como culpable; llevaba tiempo mostrando señales preocupantes.
La alcaldesa de Felanitx, Catalina Soler, no dudó en acercarse al lugar para conocer personalmente cómo estaban los habitantes de esa casa y evaluar la acción llevada a cabo por los servicios de emergencia. Es reconfortante ver cómo la comunidad se une en momentos difíciles; todos están pendientes unos de otros.
A pesar del miedo inicial que pudo causar el derrumbe, lo importante es que nadie resultó herido. Sin embargo, esta situación nos recuerda lo vital que es mantener un control adecuado sobre las condiciones habitacionales. No podemos permitir que nuestras infraestructuras se conviertan en una trampa peligrosa para quienes trabajan duro día tras día.