En un emocionante encuentro en el Masters 1000 de Roma, la tenista estadounidense Peyton Stearns, actualmente número 42 del mundo, logró un hito al vencer a la japonesa Naomi Osaka, quien ocupa el puesto 48. Este intenso partido se extendió casi tres horas y estuvo cargado de tensión y emociones, acabando con un marcador de 6-4, 3-6 y 7-6 (4). Fue una batalla que dejó a Stearns exhausta y lidiando con calambres, justo al borde del colapso.
Un verdadero combate en la pista
Stearns llegó a este enfrentamiento con una determinación inquebrantable. Después de ganar el primer set, tuvo que hacer malabares para mantener su ventaja frente a una Osaka que venía como campeona del Challenger de Saint Malo. La japonesa parecía invencible, pero Stearns supo mantener la calma durante los momentos más críticos. Pese a perder su saque inicial del tercer set, se repuso rápidamente logrando dos ‘breaks’ seguidos.
A medida que avanzaba el encuentro y el calor apretaba, la situación se tornó complicada. Stearns tuvo que salvar cinco bolas de rotura en un momento decisivo; eso le permitió llegar al ‘tie-break’, donde su agotamiento era palpable. «Creo que solo intentaba no vomitar en medio de la cancha», confesó tras su agónica victoria. «No me sentía del todo bien. Me esforcé al máximo. Creo que hacía tiempo que no me esforzaba tanto».
Finalmente, su esfuerzo valió la pena y logró sellar su pase a los cuartos de final, donde espera rival entre Danielle Collins y Elena Svitolina. Esta victoria es un testimonio del coraje y resistencia que caracteriza a Stearns; es la segunda vez que alcanza esta etapa en un WTA 1000 desde Canadá el año pasado.