En la calidez de Son Moix, donde los sueños y la pasión se entrelazan, Brian Vázquez, el talentoso jugador del Fibwi Palma, se prepara para un desafío que podría marcar un antes y un después en su carrera. Este sábado, el equipo mallorquín tiene la oportunidad de dar un paso más hacia el ansiado ascenso al enfrentarse a la Cultural Leonesa. La emoción está en el aire, y Brian no puede evitar compartir su confianza: «Todos creemos que el ascenso es posible».
Recuerdos que alimentan la pasión
El baloncesto no es solo un deporte para él; es una historia de amor que comenzó a los cinco años en un torneo escolar. «Recuerdo cómo entré con toda mi energía, anotando puntos hasta que me sentaron por llegar al límite. En ese instante comprendí mi devoción por este juego», cuenta con nostalgia.
A lo largo de su trayectoria, Brian ha tenido momentos decisivos que forjaron su camino hacia lo profesional. Desde sus inicios en Bucapla hasta jugar con los Capitanes de Arecibo, cada paso ha sido una lección. «Debutar con el mejor equipo fue un orgullo increíble; pero llegó Covid y nos metió en una burbuja. Aprendí mucho ahí», recuerda sobre su experiencia.
Después de experimentar la adrenalina del 3×3 viajando por medio mundo y luchando por representar a Puerto Rico en las Olimpiadas de París 2024, Brian encontró su camino hacia Europa. La oportunidad con Fibwi llegó cuando menos lo esperaba, mientras aún jugaba en Colombia. «Cuando recibí ese mensaje directo del director deportivo pensé que era una broma», confiesa entre risas.
Y así fue como aterrizó en Mallorca: «Aquí me han recibido como uno más, y eso es crucial para adaptarme a esta nueva cultura deportiva». Su entusiasmo es contagioso: «Este grupo tiene algo especial; estamos comprometidos con el objetivo del ascenso».
Ahora están a las puertas de cuartos de final tras superar al Caja 87 y enfrentarse a lo que consideran una gran oportunidad ante la Cultural Leonesa. Brian mantiene los pies en la tierra: «No hemos logrado nada aún, pero si seguimos trabajando duro hay opciones reales».