La noche del pasado viernes, un espectáculo alarmante tuvo lugar en el Camí de Can Domenge, donde un coche ardía con furia, iluminando la oscuridad y sorprendiendo a todos. Eran alrededor de las 21:00 horas cuando se dio la voz de alarma y los servicios de emergencia se pusieron en marcha, dejando claro que aquí nadie se queda atrás ante una situación tan peligrosa.
Intervención rápida y eficaz
Los valientes efectivos de los Bombers de Palma, junto a varias patrullas de la Policía Local, llegaron al lugar junto a un conocido centro comercial cerca del Palacio de Marivent, en el barrio de La Bonanova. Todos temían lo peor: ¿había alguien dentro del vehículo? Afortunadamente, esa preocupación se disipó rápidamente al confirmar que no había personas atrapadas entre las llamas.
A medida que el fuego devoraba el coche, los bomberos comenzaron a trabajar intensamente, requiriendo grandes cantidades de agua para sofocar las llamas. No escatimaron esfuerzos y pidieron apoyo adicional; un camión forestal con capacidad para 2000 litros fue llamado a la acción. La ubicación del incidente era problemática: muchos coches aparcaban allí, lo que aumentaba el riesgo de que el incendio se extendiera.
Pese a la gravedad del momento, la profesionalidad del equipo logró controlar el fuego en cuestión de minutos. Sin embargo, las imágenes impresionantes y aterradoras dejaron una huella profunda en los vecinos que observaban atónitos cómo se desarrollaba todo. En solo unos instantes, pasaron del asombro a la tranquilidad al ver cómo se contenía esta vorágine incendiaria. Aunque no hubo heridos ni mayores daños materiales que lamentar, este suceso nos recuerda la importancia de actuar con rapidez ante situaciones críticas.