Juan Antonio Rosselló, nuevo presidente de la Federació Balear de Trot, está listo para dejar su huella en un mundo que conoce desde sus primeros pasos. A sus 58 años, este amante del trote se embarca en una aventura llena de retos y sueños cumplidos. Desde pequeño ha recorrido los hipódromos de Mallorca, y ahora es el momento de liderar este deporte en las Illes Balears.
Un Desafío que Emociona
Los primeros meses al mando han sido todo un viaje. «Me he encontrado con una federación bien estructurada», comparte con entusiasmo. A pesar de la buena base, tiene claro que hay mucho trabajo por hacer: «Queremos reducir costes e incrementar ingresos, porque lo más importante es que haya dinero en la pista».
Rosselló sabe que asumir este cargo no es tarea fácil; el mundo del trote puede ser algo solitario. Sin embargo, su compromiso es firme: «Tenemos que pensar en el interés colectivo». Para él, promocionar el trote es esencial. Ya se han mantenido reuniones con IB3 para aumentar la presencia mediática y atraer más fondos a las carreras.
Este año vive su primer Gran Premi Nacional como presidente y siente una mezcla de orgullo y nervios. Reconoce que siempre se pone tenso ante este evento tan emblemático: “Es un reto emocionante”, dice mientras se prepara para recibir entre 12.000 y 14.000 personas, una cifra nada despreciable.
El Gran Premi va más allá de ser solo una carrera; es una tradición arraigada que ha sobrevivido hasta en tiempos difíciles como la Guerra Civil o durante la pandemia. Este año promete sorpresas: habrá actividades para los niños, exposiciones de coches y un ambiente festivo gracias a la colaboración con restaurantes locales.
A pesar del desafío que representa la caída del juego en Francia —un golpe directo a su presupuesto— Rosselló sigue confiando en el potencial del sector: “Estamos trabajando para hacerlo más atractivo”. Su visión abarca cambios significativos incluso en el uso del látigo durante las carreras, adaptándose a nuevas normativas que buscan cuidar tanto a los animales como mejorar las prácticas dentro del deporte.
Finalmente, invita a todos los aficionados a disfrutar del espectáculo inigualable que ofrece Son Pardo cada año: «Es un día inolvidable», asegura apasionadamente. Y así comienza esta nueva etapa al frente del trote balear, donde cada carrera cuenta una historia y cada meta cruzada refleja esfuerzo y dedicación.