En una colaboración fascinante entre la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y el Royal Veterinary College de Londres, se ha puesto en marcha un proyecto innovador que busca recrear corazones de gatos en 3D. ¿El objetivo? Prevenir trombos tanto en humanos como en nuestros amigos felinos. Este esfuerzo conjunto pone sobre la mesa una técnica que hasta ahora solo se había utilizado en el ámbito humano y la aplica a la reconstrucción del corazón gatuno.
¿Por qué mirar al corazón de los gatos?
La clave está en su aurícula izquierda, donde los coágulos sanguíneos suelen formarse y pueden llevar a infartos. Estudiando estas reconstrucciones y comparándolas con datos ya existentes sobre el corazón humano, los científicos están empezando a sacar conclusiones muy valiosas para combatir este problema.
Pero, ¿qué hace tan especial al tejido cardíaco de los gatos? Resulta que no sufren arritmias, lo cual permite a los investigadores profundizar sin interferencias. Gracias a esto, han descubierto que aquellos felinos con una aurícula más voluminosa o con una forma más curva tienen un mayor riesgo de sufrir trombos. Todo esto se reduce a las características morfológicas del corazón y cómo fluye la sangre dentro de él.
Aún hay muchas preguntas por responder sobre cómo la forma del corazón humano se relaciona con el riesgo de trombos. Sin embargo, lo que sí parece claro es que hay patrones similares entre humanos y felinos; un hallazgo verdaderamente intrigante.
Con esta tecnología avanzada, no solo se espera avanzar en la comprensión del corazón gato, sino también reducir la necesidad de experimentar directamente con animales. En palabras del investigador Andy L. Olivares: «Esto abre un nuevo camino hacia un futuro más ético». Y como si eso no fuera suficiente, pronto comenzarán a aplicar estas técnicas a corazones de perros, cerdos y ovejas para seguir desentrañando estos misterios cardiovasculares.