La noche del 15 de mayo fue testigo de un enfrentamiento que muchos describirían como una inmerecida derrota para el Mallorca. El equipo, a pesar de todo, salió del Santiago Bernabéu con la frente en alto. Con un Leo Román en estado de gracia, realizando once paradas espectaculares, el Mallorca demostró que no iba a dejarse pisotear fácilmente. La defensa se mantuvo firme ante los embates del Real Madrid, concediendo nada menos que 26 córneres, pero también tuvo sus momentos de gloria, adelantándose en el marcador gracias a Valjent.
Un partido lleno de emociones
No obstante, la historia tomó un giro dramático cuando en tiempo de descuento, los merengues lograron igualar el partido. Esa sensación de alivio entre los aficionados madridistas al evitar que su eterno rival celebrara esa noche es comprensible, pero lo cierto es que los hombres de Arrasate no solo hicieron acto de presencia; ¡fueron protagonistas! Con un Sergi Darder brillante en la distribución del juego, lograron mantener al Madrid a raya durante gran parte del encuentro.
A pesar de las bajas en la plantilla blanca, los suplentes son estrellas en potencia y eso se notó. Pero el Mallorca no se amedrentó y supo jugar con inteligencia. En lugar de tirar la toalla tras recibir el empate sobre la bocina, salieron con orgullo y determinación. Se marchan con la certeza de haber plantado cara a uno de los gigantes del fútbol español y una creciente sospecha: merecían más.
Aunque este tropiezo duele y complica su camino hacia las competiciones europeas, hay esperanza. La batalla aún no ha terminado y lo importante ahora es aprender y seguir luchando.