MADRID 13 de mayo. (EUROPA PRESS) – Hoy nos despertamos con una noticia que pesa en el corazón: José Mujica, el expresidente de Uruguay y símbolo de la lucha por la justicia social en Latinoamérica, ha fallecido a los 89 años. Su batalla contra un cáncer de esófago terminó este martes, cuando su cuerpo ya no pudo más. En enero, con su habitual sinceridad, había confesado que se estaba despidiendo del mundo.
El presidente uruguayo, Yamandú Orsi, compartió sus sentimientos con todos nosotros: «Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido». Palabras que resuenan en nuestra memoria colectiva; Mujica fue un faro de esperanza para muchos.
Un guerrero en busca de descanso
A lo largo de su vida, este hombre sencillo pero grande dejó claro que quería partir sin ser una carga para nadie. «El guerrero tiene el derecho a su descanso», dijo en una entrevista conmovedora donde también admitió que había llegado al final de su camino “hace rato”. Con cada palabra salía a la luz ese amor inmenso por su gente y por la vida misma.
No podemos olvidar cómo Mujica siempre estuvo dispuesto a darlo todo por los demás; su legado permanecerá vivo entre nosotros. Desde aquí le decimos gracias, Pepe. Por cada lucha, por cada sacrificio y sobre todo, por recordarnos lo importante que es amar profundamente a nuestro pueblo.