¿Quién no ha recibido alguna vez una llamada en el peor momento? Esa interrupción molesta, esos números ocultos que parecen salir de la nada… Afortunadamente, el Gobierno de España ha decidido actuar. Con una nueva normativa en marcha, se busca poner fin a las temidas llamadas spam que tanto nos hacen perder la paciencia.
A partir de ahora, las empresas que quieran llamarnos por motivos comerciales tendrán que utilizar un prefijo obligatorio. Así lo ha anunciado Pablo Bustinduy, el ministro de Derechos Sociales, en una reciente entrevista. La idea es clara: si desde el primer dígito podemos saber que estamos ante una llamada comercial, ¿por qué no filtrarla? Esto podría significar que esas molestas interrupciones ni siquiera lleguen a sonar.
Novedades y objetivos del nuevo sistema
Pero esto no es solo una cuestión de avisos visuales; implica un cambio profundo en cómo funcionan las telecomunicaciones. Las operadoras van a tener que adaptar sus sistemas para identificar y bloquear automáticamente cualquier llamada que no cumpla con esta nueva norma. ¡Por fin! Es hora de ponerle freno a esas estafas que representan casi el 30% de las llamadas desconocidas.
No nos engañemos: aunque la ley prohíbe estas prácticas desde 2023, muchas empresas aún encuentran formas creativas para colarse entre nuestros contactos. Algunos alegan consentimientos absurdos como haber aceptado cookies en un sitio web o haber sido clientes anteriormente. Pero con esta reforma se quiere cerrar ese grifo definitivamente: sin permiso y sin prefijo adecuado, la llamada será bloqueada.
Aún hay retos por delante, porque los telemarketing siempre han sido buenos esquivando restricciones. Utilizan números internacionales o técnicas como el spoofing, donde parece que llaman desde un número español cuando realmente están fuera del país. Pero el Gobierno también está al tanto y planea tomar medidas contra estas trampas.
Esperamos que todo esto se traduzca en menos molestias para nosotros y más respeto hacia nuestra privacidad. Así que, amigos lectores, mantengámonos alerta y crucemos los dedos para ver si este nuevo sistema logra lo prometido: recuperar nuestra tranquilidad ante tanta invasión telefónica.