Imagina que estamos en enero de 1960, una jornada cualquiera en el palacio real británico. Allí está Isabel II, acomodada en su sillón favorito, hojeando un periódico. De repente, se encuentra con una fotografía del entonces presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, asando codornices a la parrilla. ¡Qué imagen más curiosa! La reina recuerda que le había prometido enviarle la receta de sus famosos ‘scones’ durante su estancia en Balmoral y decide ponerse manos a la obra.
En su misiva, escrita con un papel oficial de la casa real, Isabel se apura a detallar los ingredientes y pasos necesarios para preparar esos bollitos legendarios. “Es importante batir bien la mezcla”, escribe, mostrando esa cercanía que solo puede ofrecer una reina al compartir su pasión por la cocina. Esta es solo una pequeña joya de lo que encontramos en ‘Nuevas cartas memorables’, un compendio donde el ex publicista Shaun Usher ha recopilado correspondencias fascinantes.
Carta tras carta: historias entre líneas
Dentro de estas páginas se deslizan nombres icónicos como Galileo Galilei, Albert Einstein, Anaïs Nin, y hasta figuras tan controvertidas como Jack el Destripador. En este último caso, nos encontramos con una carta inquietante enviada en octubre de 1888 al presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel. El asesino no tenía reparos en alardear sobre sus crímenes: “Caballero, le envío la mitad del riñón que saqué a una mujer; estaba muy rico”, escribía con horrorosa falta de ortografía.
No obstante, las cartas no son solo instrumentos para declarar atrocidades o pedir favores extravagantes; también son mensajes cargados de humanidad y emoción. Como dice Usher, “una carta es un grito pidiendo ayuda o simplemente una cucharada de cariño”. Desde recetas reales hasta peticiones disparatadas dirigidas a presidentes estadounidenses —como aquella carta escrita por un joven Fidel Castro deseando tener un billete estadounidense— cada misiva refleja lo mejor y lo peor del ser humano.
‘Nuevas cartas memorables’, además de ser un viaje por tiempos y personajes diversos, nos invita a reflexionar sobre cómo las palabras tienen el poder para conectar vidas y contar historias inimaginables. Sin duda, este libro promete mantenernos intrigados mientras exploramos los ecos del pasado a través del arte epistolar.