El aire romano se llenó de emoción cuando Jannik Sinner, el número uno del mundo, hizo su esperado regreso a la cancha tras 104 días sin competir. Ante un público entregado, que no paraba de animar, el joven tenista italiano se enfrentó al argentino Mariano Navone y salió victorioso con un claro 6-3 y 6-4. Un comienzo espectacular para él en el Masters 1000 de Roma.
Un regreso triunfal
Sinner llegó al Campo Centrale enfundado en negro, mostrando una actitud decidida. La afición romana le brindó un recibimiento cálido, como si volviera a casa después de una larga ausencia. Navone, aunque ocupa el puesto 99 en el ranking ATP, parecía ser un rival más que digno para esta fiesta del tenis. Sin embargo, no estaba en su mejor forma; recordemos que fue el año pasado cuando alcanzó finales importantes en Río de Janeiro y Bucarest.
A pesar de sus esfuerzos iniciales e incluso logrando un ‘break’ temprano, Navone rápidamente se vio superado por la máquina bien aceitada de Sinner. El italiano demostró por qué sigue siendo el número uno: tras ajustarse durante unos juegos, empezó a restar como si fuera Djokovic. Y así fue como la historia del partido empezó a decantarse.
El retorno al juego ha sido increíble para Sinner. “La sensación de volver ha sido impresionante”, confesó después del partido mientras reflexionaba sobre su desempeño y los errores cometidos. Con esta victoria ya son 22 las victorias consecutivas que acumula desde que perdió ante Carlos Alcaraz en Pekín el pasado octubre; algo que no ocurría desde Juan Martín Del Potro en 2008.
Así que ahora le espera el ‘lucky loser’ neerlandés Jesper de Jong en la tercera ronda. La afición está lista para seguir disfrutando del espectáculo que trae consigo este joven talento italiano.