La historia de Iga Swiatek en el mundo del tenis ha dado un giro inesperado. Desde aquel 12 de agosto, cuando dio positivo en un control antidopaje por trimetazidina, su vida profesional ha cambiado por completo. La joven polaca, que hace no tanto era la reina del Masters de Roma, se encuentra ahora perdida en un mar de derrotas y sin saber cómo recuperar su camino.
Una caída estrepitosa
Todo empezó con una suspensión que aceptó mientras se preparaba para la nueva temporada. Desde entonces, Swiatek no ha podido sumar ni un solo título a su impresionante palmarés. Su último gran éxito fue en Roland Garros 2024, donde brilló tras ganar el Mutua Madrid Open y el propio torneo romano.
A día de hoy, sus resultados son desalentadores: fue eliminada del Abierto de Madrid por Coco Gauff con un aplastante doble 6-1 y luego sufrió otro revés en Roma ante Danielle Collins (6-1 y 7-5). Como consecuencia directa, se verá obligada a restar 935 puntos en el ranking WTA. Un verdadero golpe bajo que la saca del podio femenino.
Es más, hay quienes especulan que incluso podría caer al quinto puesto si Jasmine Paolini logra coronarse en casa. Para ponerlo en perspectiva, debemos retroceder hasta marzo de 2022 para encontrarla fuera del top 3. ¡Qué tiempos aquellos!
Iga solía ser imbatible; no fallaba en los octavos de final desde Cincinnati en 2021. Pero las cosas han cambiado drásticamente desde que dejó atrás a su antiguo entrenador Tomasz Wiktorowski para confiar su futuro a Wim Fisette.
No podemos evitar recordar casos como el de Maria Sharapova, quien tras su positivo por Meldonium vio cómo su carrera se desmoronaba lentamente. ¿Le ocurrirá lo mismo a Iga? Las voces dentro y fuera del circuito son preocupantes.
Por último, aunque algunos medios polacos sugieren que podría tomarse un descanso después del próximo Abierto galo e incluso renunciar a Wimbledon, ella ha negado esas afirmaciones. Solo el tiempo dirá si esta estrella podrá volver a brillar como antes o si seguirá perdiéndose entre las sombras del pasado reciente.