BRUSELAS, 9 de mayo. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha lanzado un aviso claro: con el actual objetivo del 2% del PIB en gasto de defensa no es suficiente para enfrentar los desafíos que se presentan. En sus palabras, es crucial «incrementar de verdad» las inversiones, aunque aún no ha especificado hasta dónde podría llegar este nuevo umbral en la próxima cumbre de líderes programada para junio.
Una realidad preocupante
Rutte, quien ha reconocido que hay «discusiones internas» dentro de la OTAN, se ha abstenido de entrar en detalles sobre nuevos porcentajes o partidas. Lo que sí está claro es que los aliados son conscientes de la amenaza a largo plazo que representa Rusia y saben que eso implica un aumento absoluto del gasto en defensa. Como dijo el ex primer ministro neerlandés después de recibir al nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, «si nos ceñimos al 2 por ciento, no podemos defendernos», insistiendo en la urgencia de incrementar el gasto.
Aquí viene lo inquietante: según el último informe publicado por la OTAN en diciembre, nueve Estados miembros aún están por debajo del mencionado 2%. Y ahí está España a la cola, aportando apenas un 1,24% de su PIB a este sector. Pero Rutte también advierte que pensar solo en términos monetarios «no es suficiente»; hay que fortalecer la base industrial porque ambos aspectos van ligados.
Sorprendentemente, señaló que Rusia produce en solo tres meses toda la munición que la OTAN -que tiene una capacidad 25 veces mayor- fabrica durante todo un año. Esta situación claramente no es sostenible.
Aprovechando su visita, Rutte y Merz han reiterado su apoyo al alto el fuego propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump, aceptado por Volodimir Zelenski, presidente ucraniano. Como concluyó Rutte: «la pelota ahora está claramente en el tejado de Rusia».