Imagina la escena: una madre de 24 años, emocionada, decide hacer un bizcocho de manzana con su hija. Todo parece un momento perfecto para compartir en TikTok, hasta que un impulso inesperado transforma esa alegría en algo completamente diferente. En medio de risas y risitas, la joven madre se atreve a romper un huevo en la frente de su pequeña, dejando que la yema resbale por su cara. La niña, sorprendida, le dice entre carcajadas que le duele y pide que pare.
Un momento viral con consecuencias
A pesar de las 100.000 visualizaciones que logró el vídeo, no todo fue risa. Una persona que vio esa grabación decidió denunciarla a la Policía. Y así, lo que comenzó como un intento inocente de seguir una moda se convirtió en una pesadilla legal para esta madre. El Tribunal de Distrito de Helsingborg (Suecia) ha declarado culpable a esta mujer por acoso hacia su propia hija y le ha impuesto una multa nada despreciable: 20.000 coronas suecas, unos 1.800 euros.
Pero eso no es todo; también deberá indemnizar al padre con 725 euros por difundir esas imágenes sin consentimiento. La fiscal Cecilia Andersson fue clara al opinar sobre este caso: ‘Cuando vi las imágenes pensé: simplemente no se le hace eso a un niño’. Y tiene razón; grabar momentos así solo para humillar a alguien es realmente degradante.
La abogada añadió: ‘Es una niña feliz creyendo que va a hornear con su mamá, y lo único que recibe es un huevo roto en la frente’. Por otro lado, la madre defendió su acción diciendo que solo estaba siguiendo una broma viral pero ese argumento no convenció al juez. Al final del día, todos nos preguntamos: ¿dónde está el límite entre el entretenimiento y poner en riesgo el bienestar emocional de nuestros hijos?