Era una noche cualquiera en Magaluf, cuando la Guardia Civil, haciendo su ronda habitual por las obras de la zona, se topó con un par de personajes que decidieron tirar a la basura cualquier intento de disimulo. Al llegar a la obra, los agentes encontraron una furgoneta sospechosa y abierta, justo como si alguien estuviera listo para escapar con un botín bajo el brazo.
La situación se tornó aún más curiosa cuando descubrieron a dos individuos rodeados de material de construcción, listos para cargarlo todo. Pero lejos de intentar justificar su presencia allí con algo lógico, ¡vaya sorpresa! La pareja empezó a besarse y abrazarse como si eso pudiera borrar toda evidencia del robo. “Estamos aquí porque somos amantes”, decían. ¡Como si eso fuera suficiente!
Un giro inesperado
A las 01:30 horas del lunes, los guardias civiles habían escuchado rumores sobre varios robos en la zona y no esperaban encontrarse con esta escena digna de una comedia romántica mal escrita. Ante las dudas de los agentes sobre esa excusa tan poco creíble, decidieron actuar y arrestar a estos presuntos ladrones: un hombre y una mujer, de 34 y 37 años respectivamente.
Lo cierto es que, aunque intentaron ocultar sus verdaderas intenciones tras una historia inverosímil sobre amores ocultos y relaciones extramatrimoniales, lo único que lograron fue hacer reír a los mismos agentes que estaban ahí para detenerlos. Y así quedó sellada otra historia más en el anecdotario local, donde el ingenio parece haberse quedado corto ante la realidad del crimen.