MADRID, 6 de mayo. (EUROPA PRESS) – En una jugada que no deja indiferente a nadie, el Kremlin ha dejado claro que, aunque hay un alto el fuego decretado por Vladimir Putin, las Fuerzas Armadas están listas para actuar «de inmediato» si Ucrania lanza algún ataque. Este alto el fuego, que se extiende desde la medianoche del 7 hasta la última hora del día 10 de mayo, coincide con la conmemoración de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Sin embargo, es un alto el fuego muy corto en comparación con los 30 días que exige Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano.
Las advertencias desde Moscú
En una rueda de prensa donde las tensiones eran palpables, Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, dejó claro: «El fuego cesará, pero si Kiev no muestra reciprocidad y sigue atacando nuestras posiciones e instalaciones, nuestra respuesta será inmediata y adecuada». Estas palabras resuenan entre acusaciones constantes hacia Ucrania por bombardeos a infraestructuras civiles pacíficas. La noche anterior fue tensa; los sistemas antiaéreos rusos lograron derribar cerca de un centenar de drones en su mayoría dirigidos hacia Moscú.
Sin embargo, mientras Moscú lanza mensajes amenazantes desde sus despachos y justifica cada acción bélica con retórica nacionalista y victorias pasadas, lo cierto es que no hay avances significativos para poner fin al conflicto. A pesar de los intentos diplomáticos que ha hecho Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca —que parecen más bien gestos vacíos— tanto Washington como Kiev acusan a Rusia de desinteresarse por una solución real.