¿Quién no ha utilizado Skype alguna vez? Desde su nacimiento en 2003, esta plataforma se convirtió en la reina de las videollamadas y los chats, conectando a millones de personas en todo el mundo, incluidos nosotros aquí en España. Pero, como todo lo bueno, parece que ha llegado su hora. Microsoft ha decidido cerrar las puertas a Skype, tanto para los usuarios gratuitos como para aquellos que pagaban por sus servicios. ¿La razón? La compañía nos quiere llevar hacia Microsoft Teams, una alternativa gratuita que promete reunir todas nuestras contraseñas y accesos desde cualquier dispositivo. Un cambio más que ha dejado a muchos nostálgicos pensando en lo rápido que pasa el tiempo.
Un vistazo al cementerio digital de Microsoft
Si echamos la vista atrás, nos encontramos con un verdadero cementerio digital donde reposan otros servicios que alguna vez fueron pilares tecnológicos. Y sí, ¡es público! Cualquiera puede visitar este peculiar homenaje a lo obsoleto. Pero hablemos de lo que realmente duele: Skype no es la única víctima. Recordemos al entrañable Clippy, ese asistente de Office que tanto nos ayudó… o al menos eso intentó durante casi una década. Sin olvidar a Encarta, la enciclopedia multimedia que tuvo su momento de gloria hasta ser superada por Wikipedia.
No podemos dejar de mencionar otras viejas glorias como Windows Media Center, un centro de entretenimiento muy querido pero también olvidado; o Cortana, nuestra asistente virtual cuya vida fue demasiado corta para lo que prometía. Ah, y qué decir del mítico MSN Messenger, donde pasamos horas enviando zumbidos y gifs entre amigos hasta su inevitable desaparición en 2013.
Como si fuera poco, también hemos perdido herramientas creativas como Windows Movie Maker, una joya para quienes deseaban editar vídeos sin complicaciones. Y si hablamos del navegador web Internet Explorer, ya ni siquiera necesitamos recordarlo; casi 27 años han pasado y no dejó más legado que el recuerdo de tiempos pasados.
A medida que avanzamos hacia un futuro lleno de nuevas tecnologías y aplicaciones, recordar estos productos es importante porque son parte de nuestra historia digital colectiva. Así que levantemos una copa por Skype y todos los demás compañeros caídos en combate tecnológico; quizás ya no estén con nosotros, pero siempre quedarán esos momentos compartidos.