En la madrugada del domingo, un incidente impactante tuvo lugar en la carretera de Artà. A eso de las 6:15, justo frente al hotel Platja d’Or, un hombre que parecía tener una relación muy poco amigable con el alcohol decidió que era buena idea ponerse al volante de su Opel Corsa blanco. Pero claro, no contaba con que triplicaba la tasa de alcohol permitida.
El resultado fue un desastre. Tras perder el control, embistió una farola como si no hubiera un mañana y terminó volcándose. La escena no fue para menos; los vecinos seguro que se despertaron sobresaltados con el ruido del choque. Al llegar los agentes de la Policía Local de Alcúdia, encontraron al hombre herido pero afortunadamente sus lesiones eran leves.
Una lección sin duda amarga
Los policías no tardaron en hacer las pruebas pertinentes y la cifra arrojada dejó claro que este conductor había cruzado todas las líneas rojas posibles. Al comprobar que su tasa superaba lo permitido, quedó investigado por un delito contra la seguridad vial. Es increíble cómo algunos deciden arriesgar no solo su vida sino también la de los demás por unos tragos más.