En el corazón de nuestras islas, algo no está funcionando como debería. El sistema eléctrico, ese que parece tan invisible y al mismo tiempo tan vital, nos deja muchas preguntas en el aire. ¿Por qué seguimos enfrentándonos a cortes de luz cuando más los necesitamos? Nos hemos vuelto dependientes de la energía, y cada fallo se siente como un golpe directo a nuestra rutina diaria.
La realidad detrás del desastre
Y es que, mientras nosotros intentamos adaptarnos a un mundo en constante cambio, el Gobierno pide al presidente Sánchez que limite los vuelos hacia las Islas. Suena contradictorio, ¿verdad? Mientras muchos luchan por vivir en este paraíso turístico y otros se ven forzados a abandonar sus sueños de adquirir una vivienda digna por menos de 300.000 euros, el sistema eléctrico sigue siendo una cuestión pendiente.
Las historias de quienes buscan un hogar son desgarradoras; uno no puede evitar sentir impotencia al escuchar frases como: “Si no eres el primero en visitarlo, olvídate”. Y así vamos tirando nuestros sueños a la basura, mientras las decisiones desde arriba parecen ignorar la realidad de muchos. Sin embargo, hay quienes siguen levantando la voz. Como bien dijo Biel Àngel Morey: “Después de quedarme sin trabajo, decidí montar un rocódromo porque simplemente no podía quedarme quieto.” Esa tenacidad es lo que necesitamos; pero también respuestas claras sobre cómo mejorar nuestro día a día.