El Antarès Arena en Le Mans se prepara para ser el escenario de un duelo que va más allá del simple juego. Allí, el Palma Futsal, dirigido por Antonio Vadillo, se medirá al Kairat Almaty de Marlon Velasco en la final de la Champions de Futsal. Con la presión de levantar su tercer título consecutivo sobre los hombros, Vadillo lo tiene claro: «Nuestro objetivo no es ganar la tercera consecutiva, es ganar el partido». Sin rodeos.
Un encuentro cargado de emociones
Este no será un enfrentamiento cualquiera; se verán las caras dos viejos conocidos que tienen mucho en juego. Marlon Velasco, quien creció futbolísticamente en las filas del Palma, compartió sus sentimientos antes del gran día: «Es el partido más importante de mi carrera. Espero que no sea el último». Entre nostalgia y competitividad, él sabe que hay que dejar los sentimientos a un lado y centrarse en lo que realmente importa: defender su equipo.
Las palabras entre estos dos amigos reflejan una profunda admiración. Marlon reconoció a Vadillo como un referente y amigo durante su etapa juntos en el club mallorquín. «Es un privilegio enfrentarme al mejor entrenador del mundo», decía con sinceridad. No es fácil lidiar con esos sentimientos cuando estás compitiendo por algo tan grande.
Vadillo también expresó su gratitud al poder enfrentarse a alguien como Marlon en esta gran final: «Hemos compartido mucho fútbol sala juntos y quién nos iba a decir que estaríamos aquí años después, luchando por un título». Ambos equipos llegan tras disputar semifinales exigentes físicamente, pero el técnico andaluz asegura que no hay lugar para el cansancio cuando te juegas tanto: «La tensión es parte del juego y aunque piernas y cabeza pesen, eso debe quedar atrás».
A pesar de haber sufrido una dura derrota ante Peñíscola en Murcia recientemente, donde se les escapó su primer título nacional, Vadillo enfatiza una lección vital: «De las derrotas aprendemos más que de las victorias». La clave está en evitar cometer los mismos errores y salir victoriosos esta vez. Con la liga y la copa también a la vista, su equipo ha demostrado ser competitivo; ahora solo queda esperar si logran hacerlo realidad.
Luan Muller, portero del Palma Futsal, añadió a esta conversación sobre nervios y experiencia: «Jugar tres finales es un privilegio y puedo usarlo para ayudar a mis compañeros». La presión está ahí; sin embargo, saben que deben dar lo mejor de sí para alcanzar la victoria soñada.