La historia comienza en Palma, donde un joven de tan solo 18 años ha sido detenido por la Policía Nacional. Este chaval, que caminaba despreocupadamente por la calle Pare Isla, ya estaba en el punto de mira tras haber asaltado un par de salones de juegos. Pero eso no es todo, porque las autoridades han descubierto que también está detrás de otros dos intentos de robo en Pere Garau.
Más problemas para un chico problemático
Los agentes del Grupo de Robos se pusieron manos a la obra y pronto encontraron pruebas que lo conectaban con esos intentos fallidos. Tras arrestarlo, registraron su casa y encontraron un iPhone 12 valorado en 900 euros, que según los informes había sido robado el pasado agosto. La lista de cargos es larga: dos delitos por robo con violencia, dos más por intento de robo con fuerza y uno adicional por receptación.
La jueza de Instrucción número 4 decidió que este joven debía ingresar en prisión. Aunque él admitió haber estado involucrado en uno de los atracos, se defendió negando haber utilizado un cuchillo durante el mismo.
El primer golpe tuvo lugar a las 3:40 horas del 24 de abril en Son Armadams. Dos jóvenes encapuchados entraron al local armados con un cuchillo gritando: “¡Esto es un atraco!”. Sin dudarlo, arrancaron una caja fuerte que contenía apenas seis euros y agredieron a un cliente que intentó detenerlos con un palo de escoba. Al día siguiente, alrededor de las 2:50 horas, volvieron a la carga en Son Gotleu; esta vez entraron al salón y uno saltó el mostrador para golpear a una trabajadora y llevarse 580 euros.
Aunque la Policía Nacional logró identificar y detener a uno de ellos, aún queda trabajo por hacer para dar caza al segundo cómplice. La investigación sigue abierta mientras la comunidad observa cómo esta historia se despliega ante sus ojos.