En la mañana del 29 de abril, la tranquila ciudad de Upsala, situada a unos 70 kilómetros al norte de Estocolmo, se despertó con una noticia desgarradora. La Policía sueca ha confirmado que tres personas han perdido la vida tras un tiroteo que sacudió el corazón de la ciudad. Este trágico suceso tuvo lugar cerca de la plaza Vaksala, donde varios vecinos escucharon lo que describieron como «fuertes explosiones».
Una celebración truncada por la violencia
Lo más impactante es que este incidente ocurrió en pleno apogeo de las celebraciones por la Noche de Walpurgis, una festividad llena de alegría y tradiciones. Testigos cuentan que los disparos resonaron cerca de una peluquería, creando un caos repentino entre los asistentes. Uno de ellos incluso vio cómo una persona se escapaba en un patín eléctrico, dejando atrás el horror.
Las autoridades no pierden tiempo y ya están tras la pista del o los sospechosos. El portavoz policial, Magnus Jansson Klarin, ha calificado el hecho como «muy grave», y nos recuerda lo vulnerables que somos ante situaciones así. Mientras tanto, muchos se preguntan qué está pasando en nuestra sociedad para llegar a esto.
A medida que avanza la investigación, nos queda reflexionar sobre el impacto del miedo y la inseguridad en nuestras comunidades. Esperemos que pronto haya respuestas y justicia para aquellos afectados por esta tragedia.