La tranquilidad de Portocolom se vio sacudida por un trágico accidente que dejó a una persona sin vida y a otras ocho con heridas de distinta consideración. Todo ocurrió cuando un autobús del TIB colisionó con otro vehículo en plena carretera, una escena desgarradora que ha dejado huella en la comunidad.
La comunidad se une ante la tragedia
Nos duele ver cómo estas situaciones impactan nuestras vidas. La víctima, aún sin identificar oficialmente, era parte de nuestro tejido social. ¿Cómo es posible que haya tanto dolor acumulado en un solo momento? Las familias afectadas viven horas de incertidumbre mientras los heridos reciben atención médica. Un testigo del suceso nos contaba entre lágrimas: «Nadie espera que algo así ocurra aquí, en nuestra casa».
A medida que se reúnen detalles sobre lo sucedido, todos estamos deseando respuestas. La preocupación crece cuando recordamos otros accidentes recientes en la zona; parece que las carreteras no son tan seguras como deberían ser. Es un grito colectivo por una mejora real en la seguridad vial, porque no podemos permitir que este tipo de tragedias sigan repitiéndose.