La XXIII Fira Internacional del Disc de Mallorca, celebrada este fin de semana en el Velòdrom Illes Balears, ha dejado un sabor agridulce entre sus organizadores y asistentes. A pesar de que esta edición se ha visto marcada por una notable disminución de público, con una estimación de entre un 20% y un 25% menos de visitantes en comparación con años anteriores, la venta de discos parece haber resistido el embate. Pere Terrassa, el alma detrás de este evento, comentó con optimismo que «las ventas han ido bien» y destacó la presencia significativa de jóvenes interesados en los vinilos.
Un cambio arriesgado pero necesario
El cambio de fechas no ha jugado a favor. Este año, la feria se adelantó a abril debido a unas obras en el velódromo, lo que dejó fuera su tradicional cita veraniega. Y claro, factores como la Semana Santa o la final de la Copa del Rey tampoco ayudaron a atraer multitudes como en otras ocasiones. «La gente joven busca mucho indie y clásicos», agregó Terrassa, refiriéndose al renovado interés por el formato físico que parece estar resurgiendo entre las nuevas generaciones.
A pesar del descenso en asistencia -que rondaba los 4.000 visitantes en ediciones pasadas-, muchos asistentes se marcharon satisfechos tras descubrir auténticas joyas musicales. Entre los discos destacados estaba Beware de The Misfits por 950 euros y una primera edición americana de Alice in Chains valorada en 1.000 euros. Los coleccionistas estaban al acecho; cada rincón ofrecía oportunidades únicas para aquellos con un ojo ávido por lo raro.
No obstante, entre risas y buenas conversaciones, también había una sensación palpable de incertidumbre sobre el futuro del evento. Juan de Dios, quien participó por primera vez trayendo una selección variada para todos los gustos, reconoció que este tipo de encuentros son más que simples transacciones comerciales: son espacios donde disfrutar y conectar.
Así que aquí estamos nosotros, viviendo momentos como estos donde el vinilo no solo es música; es historia viva que nos conecta a todos. La Fira del Disc puede estar navegando aguas turbulentas, pero su esencia sigue siendo fuerte gracias a quienes mantienen viva esa llama musical.