El Olympique de Marsella ha dejado atrás las sombras de una racha difícil, mostrando su garra en la Ligue 1. En el Vélodrome, donde la afición vibra al compás del balón, el equipo dirigido por Roberto De Zerbi logró un contundente 4-1 frente al Brest, repitiendo así el festín goleador que habían protagonizado días atrás contra el Montpellier.
Mason Greenwood, quien ha tenido una temporada destacada, firmó su 20º gol y además contribuyó con una asistencia. Pero no fue solo él; el joven Gouiri brilló con un hat-trick que dejó a todos boquiabiertos. Este triunfo no solo asegura que el Marsella se mantenga firme en el segundo puesto, aprovechando así el empate del Mónaco, sino que también les acerca a la posibilidad de jugar la próxima Liga de Campeones.
Un camino lleno de retos
Aunque han tenido sus altibajos —tres derrotas en marzo son un recordatorio doloroso— ahora están por delante de equipos como Lille y Lyon en una competición apretada donde seis equipos pelean por cuatro puntos. El próximo partido será crucial: se enfrentarán al Lille en lo que promete ser un duelo intenso y decisivo. La afición espera ansiosa ver si este renacer del Marsella es solo temporal o si realmente están listos para luchar hasta el final.