La realidad es que al Mallorca le está costando bastante encajar las piezas en esta segunda vuelta de LaLiga. Tras haber logrado una primera parte del campeonato de ensueño, con 30 puntos en sus primeros 19 partidos, ahora solo ha podido sumar 14 puntos en los últimos 14 encuentros. Y aunque todavía están en la pelea por Europa, no podemos negar que el equipo bermellón necesita mejorar su rendimiento.
A tan solo cinco partidos para cerrar la temporada, resulta evidente que alcanzar esos 30 puntos iniciales es casi un sueño imposible. Si el equipo ganara todos los partidos restantes, aún así se quedaría con 29. Este contraste entre su espectacular primera vuelta y la más bien mediocre segunda parte nos deja pensando en lo que podría haber sido.
Un recorrido lleno de altibajos
Con un balance de tres victorias, cinco empates y seis derrotas en esta segunda mitad, queda claro que algo falla. Han marcado apenas 12 goles mientras han encajado 17. Y cuando ves cómo rivales como el Celta anotan más del doble en este mismo periodo, te preguntas qué está pasando. Solo Valladolid, Girona, Las Palmas, Leganés y Sevilla tienen menos puntos que nosotros; eso duele.
A pesar de todo esto, hay un rayo de esperanza: aún les queda enfrentar a algunos equipos que no están precisamente en su mejor forma. Quizás ahí esté la oportunidad para dar esa alegría europea a nuestros aficionados, especialmente tras haber asegurado la permanencia ya en marzo. Ahora necesitamos ese empujón final y volver a encontrar nuestra esencia.