Este lunes, la situación se vuelve crítica en las escoletas municipales externalizadas de Palma. Tras una intensa reunión entre los sindicatos que representan a estas educadoras y el Ajuntament, quedó claro que no hay acuerdo. Las trabajadoras, cansadas de promesas vacías y condiciones precarias, han decidido alzar la voz y convocar una huelga indefinida.
Una lucha por la dignidad laboral
Las educadoras llevan meses denunciando su insostenible realidad: un salario miserable que apenas alcanza los 1.200 euros mensuales, sin pagas extraordinarias, lo que les obliga a buscar otros trabajos o incluso a recurrir a servicios sociales para poder llegar a fin de mes. Mientras tanto, sus compañeras en las escoletas municipales internalizadas disfrutan de un sueldo mucho más digno, alrededor de 1.800 euros. Esto no puede ser justo.
A lo largo de esta semana se han mantenido varias reuniones entre el Consistorio y los sindicatos, pero solo ha habido decepciones. La empresa Estudi 6 ofreció un incremento ridículo de 47 euros brutos al mes, mientras que el Ajuntament parece esperar un nuevo convenio autonómico que podría equiparar sus salarios con los de otras trabajadoras similares en Menorca. Pero hasta entonces, ¿qué pasa con ellas?
La falta de servicios mínimos durante la huelga ha llevado a la Conselleria d’Educació a preparar un decreto para garantizar la atención a los niños durante las movilizaciones. Pero lo cierto es que esto no soluciona el fondo del problema: unas educadoras luchando por su dignidad laboral en un sistema que parece preferir ignorar sus necesidades.