En Valencia, la historia del Nuevo Mestalla sigue dando de qué hablar. El Ayuntamiento ha decidido abrir un proceso de alegaciones para que todos los interesados puedan opinar sobre el uso del terciario en la futura manzana donde se levantará el estadio. Es un paso importante, sin duda, y el concejal de Urbanismo, Juan Giner, lo sabe. En una ciudad tan apasionada por su fútbol como es esta, dar espacio a la voz del ciudadano parece más que necesario.
La importancia de escuchar a la comunidad
A partir de ahora y durante veinte días, cualquier persona podrá presentar sus alegaciones. Y es que aquí no hablamos solo de ladrillos y cemento; esto afecta directamente a nuestros barrios y nuestra calidad de vida. El estudio busca reordenar volúmenes y alineaciones, pero siempre respetando lo establecido en el planeamiento urbano. Como bien dijo Giner: «Queremos asegurarnos de que este proyecto no afecte negativamente al entorno».
Sin embargo, hay una condición ineludible: el Valencia CF debe ingresar en las arcas municipales el dinero correspondiente al polideportivo de Benicalap antes de poder continuar con la construcción del nuevo estadio. Un compromiso adquirido que no se puede tirar a la basura así como así. Se estima que esta obra costará alrededor de 11,2 millones de euros, superando las cifras iniciales presentadas por el club hace un tiempo.
Así que ahí lo tenemos: entre alegaciones y compromisos económicos, Valencia está viviendo un capítulo clave en su historia futbolística. La comunidad tiene voz, y eso nunca debe olvidarse.