La historia de este hombre, de 47 años, es una mezcla de decisiones erradas y un intento desesperado por escapar. Condenado en Colombia en 2018 a 21 años de prisión por tráfico de drogas, pensó que podía dejar atrás su pasado al llegar a Palma. Sin embargo, la suerte no estaba de su lado.
Todo comenzó el lunes por la mañana, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana realizaba un control rutinario en el barrio palmesano de s’Escorxador. Allí, se toparon con él. Un fugado que había intentado llevar una vida normal, ignorando que la Interpol tenía su nombre marcado en rojo. Al comprobar sus datos, los agentes confirmaron lo que ya sospechaban: era el buscado. Así que sin más dilación, lo detuvieron.
Un pasado complicado y un futuro incierto
Este hombre había hecho todo lo posible por evadir su condena. Después de recibir la sentencia hace siete años y antes de entrar voluntariamente en prisión, decidió huir hacia Mallorca. En esta isla encontró refugio, pero también el fin de su escapatoria. Ahora, las autoridades están preparando su extradición para que cumpla con esa dura pena que dejó atrás.
A veces pensamos que podemos huir del pasado, pero historias como estas nos recuerdan que los errores siempre encuentran la manera de alcanzarnos.