En una noche que prometía ser tranquila en el barrio de Llevant, Palma se vio sacudida por un suceso inquietante. La Policía Nacional tuvo que intervenir cuando un hombre, de origen pakistaní, decidió tirar a la basura toda decencia y respeto al exhibir sus genitales en plena calle, justo donde vivía una mujer a quien había agredido sexualmente anteriormente.
La historia comenzó cuando un ciudadano alarmado llamó al 091 pasadas las 23:00 horas para avisar sobre este individuo que no solo mostraba sus partes íntimas, sino que también se tocaba sin ningún reparo, a escasos metros de menores que pasaban por allí. ¿Qué está pasando en nuestra sociedad? ¿Dónde quedan los límites del respeto?
Un comportamiento inaceptable
Cuando los agentes llegaron al lugar, encontraron al hombre ‘in fraganti’, sentado en un portal y con su comportamiento delictivo sin ningún tipo de vergüenza. Lo más impactante fue ver cómo continuaba mientras un padre pasaba con su carrito de bebé. ¡Increíble!
Al identificarlo, los policías comprobaron que ya pesaba sobre él una orden de alejamiento que le prohibía acercarse a la mujer a menos de 200 metros. Este individuo ya había sido condenado por agresión sexual y estaba incumpliendo esa orden como si nada. Es indignante pensar que alguien pueda actuar así tan cerca de su víctima.
A raíz de estos hechos tan preocupantes, el hombre fue detenido por delitos graves: exhibicionismo y quebrantamiento de orden judicial. Estamos ante una situación que nos obliga a reflexionar sobre la seguridad en nuestras calles y lo que estamos dispuestos a tolerar.