El lunes por la tarde, la Policía Nacional se presentó en el hogar de un joven de 27 años en Son Gotleu, tras recibir una alerta sobre un posible caso de maltrato. Sin embargo, lo que comenzó como una intervención para proteger a la víctima terminó convirtiéndose en una escena caótica. Mientras los agentes trataban de ayudar a la mujer, otros se lanzaron tras el presunto agresor.
Y así fue como este chico, con raíces colombianas y en situación irregular en España, decidió huir. Al ser interceptado por un policía que intentaba detenerlo, no dudó en arrollarlo. A pesar de que el agente sufrió lesiones leves, su valentía permitió que otro compañero intentara evitar que escapara. Pero el conductor no se detuvo; incluso dispararon a las ruedas del coche para frenar su marcha.
Libertad inesperada
A pesar de todo esto, lo más sorprendente llegó al día siguiente: el joven quedó en libertad sin medidas. ¿Cómo es posible? Según informan fuentes judiciales, se acogió a su derecho a no declarar y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 decidió liberarlo. Es desgarrador pensar que la víctima ha optado por no denunciarlo.
Así están las cosas: un sistema que parece fallar cuando más se necesita. Mientras tanto, las autoridades continuarán investigando este caso tan polémico. Conoceremos pronto si hay más capítulos por venir en esta historia llena de incertidumbre.